La importancia de acudir al arbitraje para solucionar conflictos derivados de inversión en países extranjeros.
En todo país de destino de inversión son múltiples los conflictos que pueden aparecer en la relación tanto con las autoridades locales como con los socios locales, la mayoría de ellos siempre quedan reflejados en las propuestas de clausulado. Sin embargo, es muy común que se presenten determinadas reclamaciones.
Incumplimientos contractuales, retrasos, tareas poco definidas, los socios quieren involucrar a otros socios en el proyecto etc…pero ¿Cuáles son los pasos a seguir que sugerimos para solventar cada uno de estos problemas?
Todo dependerá de los países de los que estemos hablando, ese será el criterio para determinar si presentará mayor o menor dificultad lidiar con ellos, de ahí la importancia de, al menos, formalizar un contrato y que hasta la más mínima de las situaciones que puedan suscitarse queden reflejadas en el mismo. Es la mejor manera de estar protegidos si cualquier conflicto sobreviene.
Una de las cláusulas a las que se debe prestar más atención es la cláusula de jurisdicción que entra en juego cuando surge un conflicto. Posiblemente sea la más importante, ya que un buen contrato puede no valer para nada si el inversor no ha seleccionado una buena cláusula. Es recomendable, en todo caso, huir en la medida de lo posible de los juzgados locales y apostar por incluir cláusulas arbitrales que dotan de mayor seguridad jurídica a la inversión.
Para ello debemos comprobar varios requisitos:
1.- Que el Estado sea signatario de la convención de Nueva York de 1958 sobre reconocimiento y ejecución de laudos.